Ciudad sin Muros

Por: Pastor Josue Gonzalez

Hola amada Iglesia, estoy contento de compartir este pequeño devocional contigo.

Hace unos días comencé a estudiar a profundidad en mi tiempo personal, el libro de Nehemías y ha sido un tiempo muy lindo de aprendizaje, me gustaría compartir con ustedes algunas cosas que me han bendecido de estos primeros capítulos de Nehemías, esperando que esta pequeña lectura sea de Bendición para cada uno de ustedes.

Algunos datos importantes:

-Hace unos 1,000 años después de Moisés y unos 400 años antes del nacimiento de Jesús, la nación de Israel y el pueblo Judío estaban en un estado de desesperación.

-El libro de Nehemías inicia 15 años después de que termina el libro de Esdras; casi 100 años después de que los primeros cautivos regresaron a la Tierra Prometida; y alrededor de 150 años después de que la ciudad de Jerusalén fuera destruida. Después de este largo tiempo, los muros de la ciudad de Jerusalén aún estaban en ruinas.

-Antes de esto, los ciudadanos de Jerusalén habían intentado reconstruir los muros pero fallaron. En Esdras 4:6-23, vemos que unos 75 años antes ellos intentaron reconstruir los muros, pero fueron detenidos por sus enemigos. Ninguno pensó que este obstáculo podría ser superado, por lo que los muros permanecieron en ruinas y el pueblo siguió en problemas.

Entonces en este Libro de Nehemías veremos la labor del pueblo De Dios para reparar los muros de la ciudad, un aspecto importante, porque una Ciudad sin muros era una ciudad que estaba en constante peligro, lo que me lleva a los siguientes puntos y título de este devocional.

“Palabras de Nehemías hijo de Hacalías. Aconteció en el mes de Quisleu, en el año veinte, estando yo en Susa, capital del reino, que vino Hanani, uno de mis hermanos, con algunos varones de Judá, y les pregunté por los judíos que habían escapado, que habían quedado de la cautividad, y por Jerusalén. Y me dijeron: El remanente, los que quedaron de la cautividad, allí en la provincia, están en gran mal y afrenta, y el muro de Jerusalén derribado, y sus puertas quemadas a fuego.”

Nehemías 1:1-3

UNA CIUDAD SIN MUROS:

El mal estado del pueblo y el mal estado de los muros de la ciudad estaban íntimamente conectados. En el mundo antiguo, una ciudad sin muros era una ciudad completamente abierta y vulnerable a sus enemigos. No tenían defensa, ni protección en absoluto.

• Una ciudad sin muros: era siempre una ciudad estancada, con nada valioso en ella. Si había algo de valor en una ciudad sin muros; podía ser robado con facilidad porque no había defensa que los detuviera.

• Los que vivían en una ciudad sin muros vivían en constante estrés y temblor; nunca sabían cuando podían ser atacados y brutalizados. Cada hombre vivía en miedo constante por su esposa e hijos. El templo podía ser reconstruido, pero nunca embellecido, porque cualquier cosa valiosa podía ser arrebatada fácilmente.

• No es de extrañarse que el pueblo viviera en constante angustia, en constante desgracia (afrenta), viviendo solamente como remanente. Dios tiene más para nosotros que ser solamente remanente. Dios no solo quiere que seamos vencedores, sino que somos más que vencedores por medio de aquel que nos amó. (Romanos 8:37).

¿Te has sentido como una ciudad sin muros?

¿Seremos nosotros una ciudad sin muros?

¿Estás bajo la protección del Señor?

Quiero animarte en esta hora, primero a que estés a cuentas con Dios, que si has hecho algo para salir de su protección, hoy mismo, en donde estés leyendo esto, puedas pedirle perdón al Señor y vuelvas a Él.

Segundo que puedas saber que cuando estamos bajo la protección de Dios, no hay nada, ni nadie que nos pueda separar de su amor. (Romanos 8:31-39).

Y quiero terminar con esta promesa De Dios para tu vida.

'Yo seré para ella, dice Jehová, muro de fuego en derredor, y para gloria estaré en medio de ella. '

Zacarías 2:5

El Señor dice que ya no habrá necesidad de muros para la ciudad, porque Él mismo será muro al rededor de nosotros.

Gracias por leer, que Dios te bendiga.